domingo, 8 de diciembre de 2013

REGIONALIZACIÓN DE LA HALLACA VENEZOLANA



REGIONALIZACIÓN DE LA HALLACA VENEZOLANA
La hallaca venezolana presenta leves variaciones en sus ingredientes en función de la región del ámbito nacional en el que se elabore, de esta manera la protagonista de la mesa navideña en Venezuela, toma identidad regional que marca la diferencia por los distintos caminos de nuestra geografía.
La caraqueña, típica de la región central (Gran Caracas, Vargas, Miranda, Maracay y Carabobo), destaca por su toque dulzón, la nota crocante de alguna almendra, una mayor firmeza de la masa y la forma de envolverla en la hoja de plátano (no recorta la masa entre los pliegues). Mantiene el uso de los ingredientes básicos  que protagonizan la hallaca en todo el país.
La andina, representante los estados Táchira, Mérida y Trujillo, suele omitir la carne de origen vacuno para concentrarse solo en carne de cerdo y gallina, presenta un ingrediente novedoso que marca la diferencia con el resto del país, el garbanzo, tanto en la masa como en los adornos del guiso. La masa de la hallaca andina incluye un toque de harina de garbanzo que aporta suavidad, así como uno que otro garbanzo entero presente en el guiso. Destaca su sabor utilizando alcaparras que han sido maceradas en vino, después de haber  sido desalinizadas.
La oriental, puede referirse como representante de los estados Bolívar, Monagas, Anzoátegui, Sucre y Nueva Esparta, observándose además en los tres últimos, la existencia de la llamada hallaca de mar, cuyo guiso está confeccionado a base de productos del mar.
La hallaca de tierra oriental incluye carne de cerdo, vacuna y de gallina o pollo, presenta una mayor profusión de adornos incluyendo zanahoria, papas y huevos duros rebanados. Suave, jugosa y dulzona al paladar. Es por si sola un plato completo que incluye cereales, carnes y hortalizas.
La llanera, incluye los tres tipos de carne, pero con mayor presencia de la carne vacuna, suele ser más seca y firme, por lo que puede ser consumida en cualquier situación sin mayor necesidad de utensilios, característica que la hace propicia como bocadillo al recorrer las grandes distancias que marcan los caminos del llano venezolano.   
La zuliana, presenta como característica especial una pequeña proporción de masa de plátano verde mezclada con la de maíz, lo que le confiere un color más obscuro a su piel, en general mantiene los ingredientes básicos que definen el plato navideño nacional.
Pueden encontrarse otras variantes, pero las antes citadas son la que confieren mayor personalidad a la hallaca venezolana, que insisto, jamás deben confundirse con los tamales de otras regiones latinoamericanas.
La hallaca venezolana posee personalidad definida, es única e irrepetible.
¿La mejor hallaca?  La de mi mamá!!

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